miércoles, 3 de febrero de 2016

El Hombre de Fuego, pt. 1

Hay cosas que nunca entenderemos, realmente pocos podrían creerme si les digo que he soñado con mi propia muerte y he soñado con el futuro de unos cuantos.

Todos tenemos una misión, pero no todos se deciden a encontrarla. Quienes se pierden en la monotonía de la vida y se encierran tras las derrotas, se alejan de la única verdad.

Yo encontré la mía, justo antes de morir, mientras veía mi cuerpo sin vida y me alejaba de esta realidad que conocemos, esta razón o pequeña porción de una enorme realidad.

Siempre supe que tenía una capacidad única de ayudar, de sanar, y no a través del cuerpo, sino del alma y como principio fundamentado en el amor y todas sus expresiones.
Tú también sabes de sanar ¿O me equivoco?

Crecí en un lugar oscuro, alejada de una infancia común y corriente. Crecí lejos de la protección y la seguridad de una familia y me enfrenté como alma vieja a mis demonios arrastrados de vidas pasadas. Todo, para ganar experiencia prematura, y enfrentarme a un cuarto de siglo bastante prometedor.

Hace casi un año que te encontré por "causalidad", y tú te acercaste sin saber lo que te esperaba. 
Nunca imaginé estar ahora, aquí, frente a un monitor. Mucho menos sabiendo tanta información que puede cerrar muchos ciclos inconclusos entre el tiempo y el espacio.

Siempre me he preocupado por los demás más que por mí. Y no es más que una odisea que vengo escribiendo de siglos y circunstancias indefinidas, para encontrarme contigo en todas ellas.

Ahora soy para ti un algo no muy bien recibido. ¿Sabes? te hice daño... sé que no lo recuerdas, pero lo he visto ya.
Quizás si te acuestas en tu cama y cierras los ojos antes de dormir, me recuerdes y recuerdes lo que alguna vez te hice.

Si pudiera reiniciar todas mis vidas, te juro que decidiría hacerlo diferente. Sin embargo, tengo esta última oportunidad. Es la última... nuestra última, y no hay más.

Tienes más años vividos que yo ahora, porque tenías que crecer de otra manera y tenías que procesar esa información que desconoces todavía en tus decisiones y experiencias.

Este es el momento justo.

Tú no reconoces lo grandioso que eres, porque no sabes quien eres, ni de donde vienes. Pero yo estoy aquí para remediarlo.

Quiero que sepas, que yo necesito de ti y tú necesitas de mí. Pero tienes que aprender a perdonarme y a perdonarte a ti mismo, tienes que tirar las barreras y el orgullo, porque para lograr tu misión, tienes que Ser. Tienes que darme la oportunidad de guiarte en el camino que puede cambiar al hombre y marcar tu nombre en la historia de esta dimensión. Hay algo grande en ti que quiere ser descubierto. No lo reprimas.

Quisiera contarte muchas cosas que he soñado, sin embargo, todo depende de las decisiones que tomes a partir de ahora.

Debes cuidarte de quienes te quieran sacar del camino, pero sobre todo, tienes que cuidarte de tu propia mente. Es engañosa, y te susurra miedos que se inyectan en tus venas. El alma es fácil de intoxicar, y tú, siempre has sido tu peor enemigo.

Mi obsesión por ti no es del todo inconsciente, y no pienso dejarte fácilmente. Sólo te pido que cuides de mí y no me hagas daño. Déjame entenderte, y dime aquellas cosas profundas que sólo le dirías a tu voz interna. Porque yo necesito escucharte. Necesito escucharnos.

Ayúdame a entenderte, ayúdame a acercarme a ti. Te prometo, que esta vez no te fallaré. 
Si confías en mí, todo se cierra en un campo de nada, donde se respirará la paz que tanto anhelan nuestras viejas almas.

Y si aún tienes una duda, puedo darte una última señal:
Toda esa infancia guardada en las letras y esas ganas inconclusas de escribir... esas historias son tuyas. 

Escribe...

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